Al igual que cualquier ciencia, la nutrición de las mascotas está asociada a los mitos sobre la alimentación de perros y gatos. Algunas de estas ideas se originan en la ciencia, pero los hechos se han exagerado, distorsionado o aplicado de forma incorrecta. Otras prácticas de alimentación son las que los dueños disfrutan por razones emocionales, pero que tienen riesgos potenciales para la salud de las mascotas. ¡Repasemos algunos de los mitos nutricionales más comunes y diferenciemos la realidad de la ficción!
La dieta produce "Enrojecimiento del Manto"
El "enrojecimiento del manto" se refiere a un cambio inesperado en el color del pelaje de casi cualquier color base normal a un rojo o marrón rojizo. El "enrojecimiento del manto" se ha informado hace ya varios años, pero los casos son poco frecuentes e inconsistentes, lo que hace que la afección sea difícil de estudiar. Algunos dueños han identificado la dieta, entre otros factores, como una posible causa subyacente del "enrojecimiento del manto". A continuación, se explican los hechos:
- Falta de nutrientes: Es cierto que la deficiencia de ciertos nutrientes en la dieta puede afectar de forma negativa la calidad y el color del pelaje. La falta de minerales, como el cobre o zinc, y de aminoácidos esenciales como la tirosina y fenilalanina, puede provocar cambios en la calidad y el color del pelaje. Sin embargo, la deficiencia de nutrientes esenciales también provoca problemas graves de salud, además de estos cambios en el pelaje. La deficiencia de cobre produce anemia, lesiones en la piel y retraso en el crecimiento; la deficiencia de zinc produce lesiones en la piel y perjudica el sistema inmunitario; por último, la deficiencia de fenilalanina puede producir problemas neurológicos. Además, muchas empresas productoras de alimentos para mascotas han desarrollado sus fórmulas para asegurar que contengan niveles óptimos de cobre, zinc y aminoácidos, de modo que la deficiencia de estos nutrientes no sea la causa de los problemas del enrojecimiento del pelo registrados en perros y gatos.
- Pulpa de remolacha: A menudo, se señala a la pulpa de remolacha como una posible causa del "enrojecimiento del pelo" en los perros, debido a la percepción de que este ingrediente es de color rojo, como la remolacha. Sin embargo, la pulpa de remolacha que se incluye en los alimentos para mascotas no es de color rojo, sino que se obtiene de la remolacha azucarera (no de la remolacha roja) de la que se ha extraído el azúcar, y tiene un color gris claro. Además, no hay pruebas que sugieran una relación entre el consumo de pulpa de remolacha y un cambio en el color del pelaje de los perros o gatos.
Causas reales: Entonces, ¿qué puede hacer que el pelaje de un perro cambie de color y adquiera un tono rojo? Sabemos que varios factores ambientales pueden provocar el enrojecimiento del pelo. Estas incluyen:
- Exposición a la luz solar: Pasar tiempo al aire libre puede tener un efecto decolorante en el pelaje de una mascota, que suele dar un tono rojo al pelo de color negro.
- Manchas de porfirina: La porfirina se secreta en la saliva y las lágrimas, y es la responsable de las manchas rojizas que se ven alrededor de los ojos de algunas razas de perros con pelaje blanco o claro. Los perros que se asean o se lamen en exceso pueden depositar porfirina en su pelaje, lo que hace que estas zonas se tiñan de rojo.
- Procedimientos de aseo: Los productos para el pelaje que contienen principios activos contra parásitos externos (que se deben usar bajo la supervisión del veterinario) pueden dar un color rojo al pelaje. Este efecto se observa con mayor frecuencia en perros blancos o de color claro. El secado frecuente también puede causar una atenuación o desvanecimiento del color del pelaje negro.
- Edad: El pelaje negro se desvanece de forma natural a medida que el perro envejece y, por lo general, se vuelve de color rojizo a marrón rojizo cuando está listo para cambiar.
La coprofagia (ingesta de heces) está causada por la falta de nutrientes
La coprofagia (ingesta de heces) es relativamente común en los perros. Contrario a la creencia popular, la mayoría de los perros que realizan coprofagia no consume una dieta deficiente en nutrientes esenciales, ni tiene una enfermedad gastrointestinal. A continuación, se explican los hechos:
- Comer heces no es inusual: Aunque a algunos dueños les cueste entenderlo, comer heces es, en realidad, un comportamiento relativamente común en los perros. Esto se debe a que son carroñeros por naturaleza e ingieren de manera fácil una gran variedad de elementos que son poco atractivos para las personas. La mayoría de los perros comen las heces de otras especies como caballos, ganado, ciervos o conejos. Muchos perros que conviven con gatos se comen las heces de estos si tienen acceso a la caja de arena. Algunos perros también se comen las heces de otros perros; esto es más común entre los perros que viven en casas o perreras con varios perros.
- Posible causa: Habitualmente, las hembras comen las heces de sus cachorros para mantenerlos limpios a ellos y la zona donde se encuentran. La coprofagia también se copia fácilmente entre los perros que se encuentran en la misma casa o perrera. En algunos casos, el aburrimiento o el confinamiento en una perrera o jaula sucia pueden ser una causa subyacente.
- Prevención y entrenamiento: La mejor manera de prevenir la ingesta de heces es limitar el acceso a la materia fecal. Esto se puede hacer supervisando los paseos, restringiendo el acceso del perro a las heces de animales salvajes, como conejos y ciervos, y recogiendo las heces del patio. Además, las técnicas de entrenamiento son útiles, como enseñar a los perros a responder al comando "dejá" y a acercarse con confianza cuando se los llama. A fin de evitar todo tipo de problemas de comportamiento provocados por el aburrimiento, es fundamental que el perro salga a pasear con regularidad, haga ejercicio y realice actividades que lo estimulen mentalmente.
Alimentar con levadura de cerveza, ajo o cebolla repele a las pulgas
El uso de la levadura de cerveza o de la vitamina B tiamina (uno de los componentes de la levadura) como antiparasitario externo es un mito de la nutrición de larga data. Sin embargo, no hay pruebas que indiquen que la alimentación con levadura de cerveza, o cualquier otro suplemento como el ajo o la cebolla, tenga un efecto repelente sobre las pulgas o cualquier otro parásito externo. A continuación, se explican los hechos:
- Levadura de cerveza: Complementar la dieta de los perros con levadura de cerveza puede ser perjudicial y no es una forma eficaz de prevenir las infestaciones por pulgas.
- Cebolla y ajo: Ninguno de estos alimentos tiene efecto sobre las infestaciones de parásitos externos en los perros. Además, alimentar a los perros con grandes cantidades de cebolla o ajo (que les encanta) puede ser tóxico. El consumo en exceso de cebolla puede provocar un tipo de anemia hemolítica que puede ser mortal. Del mismo modo, la ingesta en exceso de ajo puede dañar a los glóbulos rojos y provocar anemia. Entre los signos de toxicidad se pueden incluir diarrea, vómitos, depresión, fiebre y orina de color oscura. Si sospechás que tu perro se intoxicó con cebolla o ajo, debés solicitar atención veterinaria de inmediato.
- Usar productos adecuado contra las pulgas: Si tu mascota tiene un problema de pulgas, hablá con el veterinario sobre los métodos de prevención y tratamiento. Hoy en día existen muchos productos eficaces y seguros para el control de las pulgas en perros y gatos.