La llegada de un cachorro o perro nuevo a tu casa siempre es un acontecimiento emocionante y feliz. Una de las primeras tareas de entrenamiento doméstico es asegurarte de que tu nuevo compañero aprenda a hacer sus necesidades afuera. Supervisar de forma correcta y seguir unas cuantas pautas generales, te permitirá que el entrenamiento de los cachorros para aprender a hacer sus necesidades afuera se lleve a cabo de forma exitosa y rápida con pocos accidentes durante el proceso.
Pautas generales de entrenamiento doméstico para cachorros
Designar una zona para que el cachorro aprenda a hacer sus necesidades afuera: Antes de llevar a tu nuevo perro a casa, seleccioná un lugar del patio o cerca de tu casa en el que el perro pueda hacer sus necesidades de forma permanente. Cada vez que lleves a tu nuevo cachorro o perro afuera para que haga sus necesidades, usá la misma puerta y llevalo al mismo lugar afuera. Muchos dueños dicen frases como "¿Querés salir?" inmediatamente antes de sacar a los cachorros a hacer sus necesidades. Usá siempre las mismas palabras y el mismo tono para indicarle al perro que va a salir a hacer sus necesidades, y elegí otra frase para salir a hacer actividades divertidas, como paseos o ir al parque.
Resultados positivos: Acompañá a tu perro afuera para asegurarte de que haga sus necesidades. Cuando empiece a olfatear y a dar vueltas o empiece a orinar, usá un comando como "hacé" o "apurate". Con el tiempo, este comando se puede usar para alentar al perro a evacuar cuando estés de viaje o apurado. Quedate con tu perro y felicitalo en voz baja mientras hace sus necesidades. (Importante: tus elogios deben ser moderados; demasiado entusiasmo puede interrumpirlo).
Viajes frecuentes: Sin duda, la mejor manera de prevenir los accidentes en el hogar es sacar al nuevo cachorro o perro con regularidad y frecuencia. En el caso de los cachorros de entre 7 y 12 semanas, esto se debe hacer cada 20 o 30 minutos durante los periodos en los que el cachorro esté activo y jugando. En el caso de los perros adultos que no están entrenados, usá entre 30 y 40 minutos como guía. Además, siempre sacá a tu perro para que haga sus necesidades inmediatamente después de despertarse por la mañana o después de la siesta, las comidas, todas las sesiones de juego o entrenamiento, y justo antes de dormir por la noche. Aunque puede parecer que pasás mucho tiempo sacando y entrando al cachorro de casa durante esas primeras semanas, será tiempo bien invertido. Te darás cuenta de que tu nuevo perro aprenderá rápidamente que afuera es el lugar para hacer sus necesidades y que habrá muy pocos accidentes adentro.
Establecé un horario regular de alimentación y ejercicio: Dale de comer a tu perro dos veces al día (tres en el caso de los cachorros, hasta los 6 meses). Alimentalo a la misma hora todos los días; los perros que comen en un horario consistente logran generar hábitos regulares de evacuación, lo que ayuda al entrenamiento doméstico. Evitá darle una comida abundante antes de dejarlo adentro. Del mismo modo, la última comida del día del perro debe ser varias horas antes de que se vaya a dormir. Una rutina de ejercicio diaria y regular es beneficiosa para los perros; reservá tiempo todos los días para los paseos, el juego y el entrenamiento de la obediencia. Esto no solo ayudará al entrenamiento doméstico, sino que también es importante para generar buenas costumbres en el hogar.
Supervisión, supervisión y más supervisión: La mejor manera de evitar accidentes, sobre todo al principio del entrenamiento, es que el nuevo cachorro o perro esté en la misma habitación que vos. Poner el cachorro en una jaula o una habitación pequeña donde no pueda salir puede ayudar a que permanezca encerrado de forma segura cuando no los podés supervisar de cerca. Las puertas para bebés también son útiles para controlar el movimiento en toda la casa y para vigilarlo. A medida que el perro adquiere más confianza en sus hábitos de evacuación, podés aumentar de forma gradual su libertad.
Qué hacer cuando ocurren accidentes de entrenamiento doméstico
No castigar: Si tu cachorro está bien supervisado y se lo saca con frecuencia, los accidentes se deberían producir en raras ocasiones. Sin embargo, si se produce un accidente u observás que tu cachorro está evacuando adentro de la casa, nunca lo castigues ni lo regañes de ninguna manera. Si bien muchos dueños creen que el castigo es útil para el entrenamiento doméstico, en realidad, esto puede dificultar el progreso. Esto se debe a que los cachorros, por lo general, no asocian la presencia de heces u orina con el acto de evacuación. Castigar a los perros por los accidentes hace que asocien el castigo con el lugar y con el dueño, pero no influye en los futuros hábitos de evacuación.
Reaccionar con calma: Si ves a tu cachorro haciendo sus necesidades en la casa, interrumpilo tranquilamente y llevalo fuera para que termine (incluso en este caso, no uses una corrección ni digas "no" porque solo le enseñarás a tu perro a evitar evacuar en tu presencia, dentro o fuera de la casa). Limpiá bien la mancha con una solución de limpieza biológica diseñada para residuos de mascotas y tomá nota para intensificar tus técnicas de supervisión. Si tu perro hace sus necesidades en el mismo lugar de la casa varias veces, impedile que acceda a esa zona durante varios meses, incluso después de haberla limpiado minuciosamente.
Éxito en el entrenamiento del cachorro para hacer sus necesidades en las zonas permitidas
Reglas fundamentales: Los tres principios más importantes del entrenamiento doméstico son la supervisión, las salidas frecuentes y la imposición de un horario regular. Evitar los accidentes en casa y establecer una asociación fuerte y positiva con la evacuación en lugares exteriores son los medios más eficaces para entrenar a tu nuevo perro y evitar problemas en el entrenamiento doméstico más adelante.
Garantizar la fiabilidad del entrenamiento doméstico del cachorro a largo plazo: Una vez completado el entrenamiento doméstico, los perros jóvenes y adultos deben tener siempre varias oportunidades al día de salir para hacer sus necesidades y deben mantener un horario regular de alimentación y ejercicio. Siempre elegí el camino del buen criterio: sacá al perro con más frecuencia de la necesaria.